Los espejos son accesorios imprescindibles en algunos ambientes como el toilette o el vestidor, pero sumamente versátiles también para decorar otros espacios. Son excelentes por muchas razones: reflejan la luz, amplían espacios y logran que cualquier habitación se vea mucho mejor. Pero antes de colgarlo –o apoyarlo- es útil considerar algunas cuestiones.
- Refleja lo bueno… y ¡lo malo también!
Para elegir el sitio correcto es importante pensar en lo que se reflejará en él. Cuando se cuelga frente a un elemento arquitectónico importante, una pintura o un mueble, le dará a ese elemento aún más importancia, como así también si se cuelga frente a un objeto poco atractivo. Ubicarlo frente a una ventana siempre será una excelente idea no sólo por lo que refleje sino porque también aumentará significativamente la cantidad de luz en la habitación.
- La altura adecuada
Así como los cuadros siempre deben colgarse a la altura de los ojos del espectador, los espejos pueden no seguir estrictamente esta regla. Tendrás que priorizar lo que desees que se vea reflejado.
- El tamaño no importa
No tengas miedo de usar un espejo grande en un espacio pequeño. Los espejos crean la ilusión de profundidad y espacio que pueden ayudar a que una habitación pequeña se sienta más grande. Un espejo de cuerpo entero apoyado contra la pared es un gran elemento decorativo para usar en una habitación pequeña. Los espejos también son ideales para lugares estrechos como pasillos.
- Crear un punto focal
Lo más importante al entrar en una habitación, es el lugar donde irán los ojos de quien ingresa. A eso lo llamamos punto focal, y es un sitio que podemos elegir destacando el elemento, mueble o sector, que queremos que se mire. Los espejos son excelentes puntos focales, por lo que en ocasiones se colocan sobre consolas o cómodas, en el sector de ingreso a la casa.
- Ojo con la iluminación
La iluminación que elijas puede destacar el espejo elegido si es muy buena o echar por la borda todos tus esfuerzos, si no lo es. Asesorarse al elegir el aplique, artefacto o lámpara que quieras colocar es muy importante, como así también elegir la potencia e intensidad de luz conveniente para que el espejo luzca mejor.
- No pierdas el estilo
Los espejos pueden tener distintas formas pero no dejan de ser espejos. Lo que les cambia definitivamente la personalidad son los marcos que los contienen. Podrán ser de vanguardia, modernos, tradicionales, clásicos… No olvides tener en cuenta el efecto que querés crear al elegir el marco. Y considerá, siempre, el resto de la decoración del ambiente para no cometer errores.
- Un trabajo bien hecho
Colocar un espejo parece una pavada pero no lo es. Si vas a apoyarlo quizá la tarea no sea tan engorrosa, aunque deberás tener en cuenta el ángulo, para que no se distorsione la imagen reflejada. Pero si de colgarlo se trata asegurate de usar los ganchos de pared adecuados, con los tarugos correspondientes, de medir correctamente antes de perforar la pared y de reforzar con un gancho adicional si consideras que uno solo puede ser peligroso o insuficiente, debido al peso del espejo.
- No siempre “menos es más”
Cuando de espejos se trata, podés tomarte la licencia de colocar varios en un mismo ambiente e incluso de crear una pared de galería con espejos. Al igual que con cualquier muro fotográfico, lo ideal es tratarlo como una unidad cuando decidas la colocación. Es cierto también que una pared casi completamente espejada se verá bien siempre que la habitación esté ordenada. Si no puedes con ello, será mejor que la evites.